Como afirmó el director de orquesta Sir John Eliot Gardiner (uno de los principales intérpretes de la música de Bach del mundo), “La tremenda estatura de Bach como compositor es apabullante y en muchos aspectos demasiado grande en relación con todo logro humano normal”. Esta afirmación no puede ser suficientemente enfatizada, lo que Bach logró como compositor nunca ha sido y probablemente nunca será igualado por otro ser humano. Sus logros son variados y difíciles de alcanzar, incluyendo la composición de un colosal corpus de obras tal que no puede ser adecuadamente transmitido en unas cuantas palabras, sin embargo, la tremenda monumentalidad de su obra no es lo más impresionante; es el nivel de consistencia y velocidad a la que compuso estas obras. El trabajo de la vida de Bach ha sido objeto de extensos estudios musicológicos, y el catálogo moderno presenta más de mil cien obras completadas las cuales han sobrevivido hasta nuestros días, con muchas piezas que se han perdido.
En el curso de su larga vida (65 años fue un largo tiempo para vivir en el siglo 18), Johann Sebastian Bach trabajó casi exclusivamente para la iglesia y el mecenas privado ocasional. Por lo tanto, sus trabajos están muy relacionados con el canto sacro y las tradiciones musicales sacras presentando cientos de cantatas, pasiones, misas, corales y motetes. Fue un prolífico compositor de música instrumental, especialmente por los instrumentos que dominó, el clavicordio, el órgano y el violín. Conciertos, suites, partitas, preludios de órgano, invenciones, preludios y fugas inundaron su catálogo por cientos con un nivel de uniformidad en calidad y contenido al que otros pocos se han acercado.
La Caminata de 280 Millas a un Concierto
Para comenzar este recuento de algunos de los más interesantes eventos de la vida de Bach, vamos a presentar la historia de la famosa caminata de 280 millas. En 1705, Bach ya era un exitoso músico incluso a la joven edad de veinte años, sin embargo, aún creía que tenía mucho que aprender. Cuando se esparció la noticia de que el reverenciado Dietrich Buxtehude, en ese momento un organista y compositor de 68 años, iba a presentar una serie de conciertos bajo el título “Abendmusik”, que significa música del anochecer en alemán, el joven Bach decididamente emprendió la larga jornada a través de la antigua ruta de la sal hacia Lübeck a pie. Estaba 280 millas al norte de su posición actual en Arnstadt, definitivamente un largo viaje para hacerlo a pie, pero la determinación era sin duda una de las cualidades principales de Bach. El viaje fue muy fructífero para el joven compositor, teniendo la oportunidad de tocar con el anciano maestro y aprender de él, e incluso presentándose en sus conciertos.
Niñez de Bach
Johann Sebastian Bach provenía de un largo linaje de músicos. Su apellido cuenta con intérpretes y compositores profesionales. Y lo más importante, su padre Johann Ambrosius fue un violinista en Erfurt y también director de los músicos de la ciudad en Eisenach. Además, este linaje no lo detuvo. Johann Sebastian de hecho fue padre de alrededor de veinte hijos, sin embargo, como era común en esa época, varios no sobrevivieron hasta la adultez. Sin embargo, entre algunos de los que vivieron el tiempo suficiente, cuatro de ellos se convirtieron en músicos reconocidos. Estos fueron:
- Carl Phillipp Emanuel, quien es considerado una figura clave en la transición del periodo musical Barroco al clasicismo, desarrollando un nuevo estilo en música instrumental expresivo, inclinado a la retórica y dramáticamente cargado, conocido como empfindsamer Stil o 'estilo sensible;
- Johann Christian, también llamado “el Bach Inglés”, quien vivió y desarrolló su carrera como compositor en Londres, convirtiéndose eventualmente en una influencia clave para los conciertos de Mozart;
- Wilhelm Friedemann, quien quizás es mejor reconocido por ser receptor original de muchos de las obras pedagógicas de Bach. Fue un gran organista también, aunque sus problemas financieros lo llevaron a morir en la pobreza;
- Finalmente, Johann Christoph Friedrich fue el más clásico de todos los hijos de Bach. Trabajó casi exclusivamente con mecenas nobles, alejándose de la iglesia que había sido tan importante para la obra de su padre.
Bach en Prisión
Un evento interesante en la vida de Bach, el cual no es tan usualmente comentado, es el episodio en el cual terminó en prisión. En 1717, Bach había asegurado un nuevo empleo como Kapellmeister en la corte del Príncipe Leopold en Cöthen. Sin embargo, su empleador actual en ese momento el Duque Wilhelm Ernst estaba reacio a aceptar su renuncia, y los repetidos y obstinados reclamos de Bach de su derecho a renunciar en cualquier momento que consideraba apropiado, las tensiones escalaron y el Duque decidió poner al compositor bajo arresto. Alguna estipulación propone que Bach usó este tiempo para componer algunas partes de su magnum opus “El clave bien temperado”. No obstante, los detalles reales de las cuatro semanas restringido en prisión son borrosos y poco claros en el mejor de los casos.
Un Amor por el Café
Entre los episodios más curiosos y extraños del compositor está aquel de la llamada “Cantata del Café”. Quizás podemos asumir que la razón de la prolífica producción de Bach se debía al consumo de más de 30 tazas de café de Bach.
Como es de conocimiento común, Bach compuso casi 300 cantatas, con “sólo” 194 habiendo sobrevivido. La mayoría de éstas eran sacras y estaban destinadas a ser interpretadas en el servicio religioso del domingo. Lo que no es tan bien conocido es que Bach sí compuso algunas cantatas seculares, y aunque la mayoría de ellas se perdieron, una en particular ha sobrevivido. Logró un enorme nivel de fama debido a su peculiaridad de ser satírica, casi común, debido a que se enfoca en el tema de una mujer que es adicta al café, una bebida con una creciente popularidad entre los ciudadanos de Leipzig durante el cargo de Bach como Kapellmeister en sus iglesias principales.
Música para Dormir de Bach
Quizás la obra maestra de música clásica de teclado de Bach, las Variaciones Goldberg, es también una de sus piezas más famosas y universalmente reconocidas. La historia detrás de la pieza es al menos en parte responsable de tal fama. Como lo recuerda el primer biógrafo de Bach Johann Nikolaus Forkel, este conjunto de variaciones fue compuesto para el antiguo embajador ruso para la corte electoral de Saxony, el Conde Keyserling. Este conde acomodó al virtuoso clavecinista y compositor Johann Gottlieb Goldberg mientras visitaba Leipzig para hacer que recibiera educación musical de Bach mismo. Ya que el conde era propenso a enfermedades e insomnio, le pidió a Bach que le proporcionara algunas piezas para que Goldberg tocara para el durante sus largas noches de insomnio. Bach produjo el set y en este acto no solamente creó uno de los primeros casos registrados de música instrumental presuntamente concebida para conciliar el sueño, pero también grabó su nombre en la historia de la forma de variación, proveyendo posteridad con una obra colosal la cual es aún reverenciada hoy en día como la cima del género y de la música de teclado en general.
Las Operaciones de los Ojos
El año final de Johann Sebastian Bach estuvo ocupado con una grave dolencia médica. Sus ojos estaban sufriendo de cataratas y esto complicó su composición e interpretación. Bach estaba muy determinado a completar su obra final, El Arte de la Fuga, por consejo de sus amigos, Bach se puso en las manos del cirujano ocular viajero John Taylor, quien también operó y arruinó los ojos del compositor Handel. Los procedimientos de Taylor y su propia incompetencia lo llevaron a cometer varias atrocidades, especialmente durante después de la cirugía, como poner gotas de sangre fresca de paloma en los ojos de Bach para ayudarlo a recuperarse del dolor y sanar. La historia termina en una oscura nota ya que Bach terminó muriendo de complicaciones debido a la cirugía, después de sufrir enorme dolor y un coma de diez días. Irónicamente, el mismo John Taylor terminó completamente ciego.
Listas de Reproducción de Música Clásica Sugeridas
En el siglo veintiuno, más de trescientos años después del nacimiento de Bach, su música es aún relevante y más popular que nunca. Además de ser uno de los compositores centrales del movimiento de interpretación de la Primera música, las obras pedagógicas de Bach aún son un repertorio básico para casi cualquier instrumento. Además, varios músicos reconocidos del mundo, como el anteriormente citado director John Eliot Gardiner o el pianista Andras Schiff, han promovido sus obras y las han mantenido vivas en los escenarios de concierto modernos.
Finalmente, entre el gran público, el trabajo de Bach ha sido promovido por sus cualidades prácticas, como música para la concentración, y para enfocarse, música de relajación, e incluso como música clásica para dormir. Muchas de las obras de Bach se prestan muy naturalmente para estos propósitos debido a su ritmo lento, delicada sonoridad y principalmente una superficie pulida sin cambios sorpresivos de dinámica o velocidad. Entre las muchas piezas que podemos recomendar, las siguientes obras son notables:
- Segundo movimiento de la Suite Orquestal No. 3 en D mayor, BWV 1068. (Generalmente conocido como Aire en la cuerda G)
- El movimiento final de la cantata Herz und Mund und Tat und Leben, BWV 147 (Jesu, La Alegría del Hombre Deseante)
- Aria – Variaciones Goldberg
- Preludio – Suite de Violonchelo en G mayor
- Preludio y Fuga No.8 en D sostenido menor – El Libro del Clave Bien Temperado
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