Pero, aunque éstas siguen siendo un aspecto extremadamente importante de la cultura local, hay mucho más en la música y sonidos contemporáneos de Newfoundland y Labrador. Existe una tradición que siempre ha absorbido y re interpretado los cambiantes estilos musicales de los Estados Unidos, los viejos países y… de todas partes.
Por ejemplo, la ópera. Incluso a finales de los 1800s, la música de entonces encontró su camino hasta “The Rock”, al referirse los habitantes de Newfounland a su tierra natal. Justo como los actos musicales de hoy en día van de gira con sus mayores éxitos, coros famosos, orquestas y compañías operísticas de entonces llevaron la música popular religiosa, óperas y piezas instrumentales a la gente de lo que se convertiría en la provincia más al Este de Canadá en 1949.
A su vez, esta música influenció a Henry Tillman y otros compositores locales, quienes crearon sus propias Marchas y Óperas Parodia (famosas piezas re escritas con letras basadas en personas, referencias y eventos locales).
Como sucede hoy en día, algunas estrellas locales, como la cantante Georgina Stirling, se volvió famosa tan lejos como en Europa. Cuando vaudeville reemplazó a la ópera como la nueva música popular a principios del siglo 20, la popularidad de los compositores e intérpretes locales tales como John Burke creció y se expandió.
La invención y creciente popularidad de la radio, y la llegada de películas con sonido en los 1920s y 30s, no solamente trajo más música clásica irlandesa a las salas y cocinas de las personas, sino también los éxitos americanos de entonces. Las tropas estadounidenses basadas en Newfoundland durante la Segunda Guerra Mundial trajeron cada vez más de su música favorita a The Rock, incluyendo jazz, swing y country y western.
Con sus grabaciones llenando las ondas aéreas y sus bandas tocando en los clubes y salones de baile, fue inevitable que esta influencia americana produjera sensaciones locales como la primera estrella country y western de Newfoundland que creció ahí mismo, Jimmy Linegar, quien subió a la fama en el nuevo medio de televisión en los 1950s y que fue de gira en la provincia con enorme aclamación.
No es que esta invasión americana significara la muerte de la música tradicional de Newfoundland y Labrador. Durante la parte media del siglo 20, mucha gente conservaba la herencia musical de la provincia muy viva. Tanto las canciones tradicionales como las melodías modernas aún se tocaban al estilo tradicional por artistas y compositores tales como Otto Kelland, y por Art Scammell, de quien su éxito de 1943, "Squid-Jiggin' Ground," fue el primero de un intérprete nativo.
Los programas de radio y televisión, así como también los músicos, como All Around The Circle y Ryan's Fancy, junto con libros de canciones, tal como Old Time Songs and Poetry of Newfoundland (Canciones Antiguas y Poesía de Newfoundland) de Gerald S. Doyle, e incluso todos los intelectuales tomaron parte al celebrar y mantener la música tradicional de Newfoundland y Labrador principalmente en los corazones, mentes y oídos de la gente.
Avanzamos hasta la actualidad, donde los espectáculos locales tales como Hey Rosetta, y Great Big Sea – cuya música combina los instrumentos y sonidos tradicionales de Newfoundland con música popular moderna y producciones de vanguardia – alcanzaron la fama tanto dentro como fuera de su tierra de origen. Aunque ambos grupos se han separado recientemente, sus miembros y sus contemporáneos en la escena musical local, continúan borrando los límites entre los sonidos tradicionales y populares.
Es importante notar que los artistas de Labrador tienen identidades propias, distintas de la parte de la provincia conocida como Newfoundland, pero similares en la forma en que ellos, también, siempre han tomado influencias externas y las han hecho propias. Artistas como la super estrella folk local el musico Harry Martin, cantante melódico de country, Selby Mesher y el rockero de la lengua Innu (indígena) David Penashue todos han sido influenciados por música “proveniente de lejos” tanto moderna como tradicional, convirtiéndola en algo único, poderosamente Labradoriano.
Hay un espíritu que enlaza lo viejo y lo nuevo en la música de Newfoundland y Labrador. Un espíritu que continúa inspirando a los cantantes e intérpretes de hoy en día para hacer su propia música incorporando influencias externas, probando cosas nuevas y tanto reverenciando como divirtiéndose con la música de sus ancestros. Es un espíritu que parece destinado a mantener su música evolucionando y desarrollándose por generaciones venideras.
Fuentes:
https://en.wikipedia.org/wiki/Music_of_Newfoundland_and_Labrador
https://www.heritage.nf.ca/articles/arts/music-arts.php
https://www.heritage.nf.ca/articles/arts/traditional-music-arts.php