Este sube-baja-sube vendría como una sorpresa para Benjamin Franklin, quien inventó la armónica de cristal en 1761. Cuando murió en 1790, su amado instrumento musical había ganado sustancial popularidad en pequeños escenarios de cámara, hogares privados y en giras. Varias piezas fueron compuestas específicamente para ésta por Mozart, Beethoven, Haydn y Salieri. Muchos sintieron que eclipsaría al clavicordio o al pianoforte en uso. Pero tenía un callado sonido etéreo, incapaz de proyectarse en los salones de actuación más grandes que pronto llegarían. Luego un bizarro problema de RP emergió también: se rumoraba que tocar la armónica de cristal volvía a la gente loca y que causaba enfermedades, calambres o colapsos nerviosos. Aunque la amplificación del problema definitivamente limitó su éxito, el chisme de la salud mental fue suficiente para detener completamente el ascenso del instrumento.
Música Apacible, Celestial Tan Espléndida Que Pensará Que Ha Muerto
Hasta entonces, todos habían estado de acuerdo -- la armónica de cristal sonaba angelical, radiante, intensa como música de un coro relajante, celestial. Se reportó en varios periódicos cuando Ben Franklin envió su nuevo invento a casa desde su dirección postal en Londres (donde había creado el instrumento), lo instaló en su ático en Filadelfia mientras su esposa Deborah estaba tomando una siesta vespertina en el piso de abajo. Cuando comenzó a tocar, ella despertó, y, momentáneamente pensó que de hecho había muerto mientras dormía debido a los nuevos sonidos celestiales a su alrededor.
Franklin era un maestro en tomar fuerzas aleatorias en la naturaleza (relámpagos eléctricos, corrientes oceánicas, ondas de luz, incluso vasos llenos de agua emitiendo sonidos cuando se frotaban en cierta forma), y entonces aprovechar esas fuerzas, usando diseños pragmáticos para controlar y potenciar la energía involucrada. “Tocar el vidrio” se había convertido en un entretenimiento popular, aunque impreciso y complicado. Llenar numerosos contenedores con niveles exactos de agua para crea varias notas musicales era tedioso y tenía que ser meticulosamente repetido/devuelto para cada instalación. Así que Franklin simplificó el proceso al mismo tiempo que expandió sus posibilidades.
Formó cristales entrelazados graduados por tamaño (soplados precisamente para crear tonos musicales exacto al frotarse, eliminando la necesidad de añadir un apagador para controlar las duraciones y colocó la unidad dentro de un estuche de instrumentos. Después de mojarse las puntas de los dedos, las superficies giratorias de cristal podían ser tocadas delicadamente en varios ángulos. Las vibraciones resultantes crearon hermosas armonías como de campanas. En vez de tocar solamente uno o dos cristales a la vez, el músico podía ejecutar acordes, usando hasta 10 notas a la vez. El intérprete se sentaba en una estructura parecida a un teclado: lejos quedó el inclinarse sobre una desordenada mesa llena de contenedores de cristal llenos con líquido.
La gente amó el nuevo sonido -- se convirtió en furor a lo largo de Inglaterra, Francia, y Alemania. Ben Franklin originalmente llamó a su invención el “coro-cristalino”, pero después en su lugar decidió elegir una variación de la palabra italiana para armonía, armonía, como su nombre.
Desde 1761 hasta principios del siglo 19, la armónica de cristal disfrutó un apogeo. Se presentaba en casas refinadas, con frecuencia utilizada como un entretenimiento después de la cena en las reuniones. Mozart escribió una segunda pieza para ella, Adagio para Solo de Armónica. María Antonieta tomó lecciones. George Washington la vio ser interpretada en 1765 en la Iglesia Bruton Parish en Williamsburg colonial. Los escuchas en todas partes se sintieron inspirados y confortados por su ensueño divino.
Entonces comenzaron los rumores. Algunos intérpretes reportaron mareos, un tipo de inestabilidad mental, y tal vez tinnitus. (Desde esto los investigadores han descubierto que las notas vibratorias del cristal registran entre 1000 y 4000 Hertz, en un rango en el cual el oído humano no puede descifrar la fuente de un sonido, lo cual podría contar para algo de desorientación.) Pero el culpable real de la salud fue probablemente el contenido de plomo del cristal del siglo 18 – hasta un impresionante 40% - lo cual ocasionó que ocurriera algo de envenenamiento.
La virtuosa de armónica de cristal más famosa, una joven mujer ciega llamada Marianne Kirchgessner, estuvo en gira por diez años a lo largo de Europa para audiencias que la aclamaban, incluyendo la Duquesa de York, Goethe, y el Rey de Dinamarca. Luego trágicamente tuvo problemas nerviosos después de ser atacada por los soldados de Napoleón durante una invasión de casa, y eventualmente sucumbió a la edad de 39, probablemente de neumonía después de una horrible gira de invierno. Sin embargo, se corrió la voz de que ella había muerto por los años de tocar el instrumento más bello y “peligroso”. El musicólogo Friedrich Rochlitz advirtió públicamente de la armónica de cristal: “Si usted está sufriendo de cualquier tipo de desorden nervioso, no debería tocarla; si aún no está enfermo no debería tocarla; si está sintiendo melancolía no debería tocarla.” Las cosas se pusieron peor cuando, durante un programa de concierto, una madre que cargaba a su bebé descubrió que su hijo había muerto durante la interpretación.
La espiral en picada del instrumento se aceleró cuando el Dr. Franz Mesmer, un renombrado médico alemán, comenzó a utilizar la armónica de cristal como espeluznante música de ambiente al investigar el magnetismo animal, hipnosis, y al tratar de contactar a los muertos en sesiones. (Podemos agradecerle por el término “cautivar”.) Él movió la reputación de la armónica de cristal de “inspiracional, celestial, divina” a “fantasmagórica y mórbida” debido a cómo aplicó y tergiversó su sonido.
A pesar de todo esto, la mayor causa de su declive fue mecánico. Simplemente le faltaba volumen. En las eras Clásicas y Romance de los 1800s, las sinfonías y salas de conciertos aumentaron de tamaño, ahogando las calladas vibraciones de la armónica de cristal. Su apacible música se ahogó. El piano se convirtió en el rey.
El instrumento no sólo perdió su popularidad, literalmente se convirtió en una pieza de museo. Por un siglo, ya nadie siquiera recordaba como tocarla.
Una Reliquia de la Música Clásica Renacida
El siglo 20, sin embargo, trajo nuevas circunstancias, la grabación de audio y la amplificación del micrófono entraron a la escena. Las investigaciones científicas y médicas probaron que la salud no estaba amenazada por el cristal sin plomo. En las universidades, la musicología se convirtió en un campo popular, repleto con traer de vuelta instrumentos “antiguos” u originales para darle a la música clásica autenticidad añadida. Y el advenimiento del cine y la televisión hizo que los compositores de pronto batallaran por nuevos efectos musicales para llenar las pantallas en todas partes. Todos estos factores significaron la resurrección para la armónica de cristal como un tono de ambiente.
Comenzó con un goteo. En 1919, Richard Strauss incluyó la armónica en su Die Frau ohne Schatten. (Gradualmente, otras óperas hicieron uso de la fácil transmisión de alto drama del instrumento: peligro, espíritus del más allá, guía celestial o premonición.) desde 1929 hasta mitad de siglo, Bruno Hoffman reintrodujo copas de vino llenadas con agua como “arpas de cristal.” Se presentó regularmente en la radio, fonógrafos, y televisión. Las personas se enamoraron nuevamente de la apacible, relajante música que produce.
Entonces un soplador de vidrio llamado Gerhard Finkenbeiner vio una vieja armónica de cristal en un museo. Cautivado, prometió construir una el mismo algún día. Primero tuvo que sobrevivir al régimen Nazi. Después de la guerra, emigró a Francia donde soplo vidrió para detectores infrarrojos. Eventualmente emigró a Massachusetts para especializarse en diseño de vidrio científico e industrial para clientes como IBM, MIT, y Raytheon. Un amante de la música clásica, en su tiempo libre hizo campanas de cristal, campanillas, carrillones. En el trabajo, cuando recortaba los extremos de los tubos de vacío de cuarzo en varios trabajos, los guardaba porque le recordaban las tazas de la armónica de cristal que había visto en la exposición del museo de su juventud. En casa, comenzó a experimentar, aprendiendo como rozar y afinar las tazas para que produjeran tonos precisos. Pronto estaba compilando su propia versión de la invención de Ben Franklin, modernizada para el Siglo Veinte. Añadió un motor eléctrico para girar el husillo y eligió cuarzo fundido en lugar de cristal. Lentamente, conforme la industria de la música redescubría la armónica de cristal, se forjó un camino hacia la puerta de Gerhard Finkenbeiner en Waltham, Massachusetts. Comenzó a construir a medida de ocho a diez instrumentos por año.
Pronto estaba William Zeitler tocando la armónica en la costa este. Dennis James lideró el cargo desde Corning, New York y luego comenzó el primer programa de estudios de música de cristal en la Universidad de Rutgers. Dean Shostak interpretó trabajos coloniales, celtas, y clásicos en la armónica de cristal en Virginia. Tom Waits presentó la armónica de Richard Gibbs en Swordfishtrombones, nombrado como el 2° mejor álbum de todos los tiempos por la revista Spin.
Lo cual nos lleva al compositor Eric Harry en Toronto, Ontario. Como estudiante en el Berklee College of Music en Boston durante finales de los 1970s, Harry fue un pianista de jazz por formación. Era también un amante de la innovación musical, tecnología de audio, y nueva obtención de sonidos. Entre su búsqueda de variaciones, experimentó con instrumentos de cristal, y se volvió talentoso tocando copas llenas de agua.
Después de graduarse, quiso entrar en composición de bandas sonoras, y se le pidió que escribiera una banda sonora demo para una película IMAX acerca de ballenas jorobadas. “El agua parecía ser un buen tema para música de ballenas, y ya sabía cómo hacer que el agua cantara,” dijo recientemente Eric Harry. “Construí un elaborado soporte con 12 mesas giratorias para instrumentos de cristal para que pudiese superponer y tocar las notas mucho más rápidamente.” El proyecto IMAX no funcionó, pero ahora tenía esta grandiosa cinta demo. La envié a varios compositores de Los Ángeles, incluyendo Jack Nitzsche." (Un arreglista con Phil Spector en los Sesentas, Nitzsche había trabajado con los Rolling Stones y Neil Young, y se convirtió en un compositor de bandas sonoras nominado a un Premio de la Academia por One Flew Over the Cuckoo’s Nest and The Exorcist.) Nitzsche le respondió a Harry rápidamente con una carta de 2 páginas escrita a mano.
“Por más de diez años he estado buscando a alguien que haga exactamente lo que tú haces,.” Escribió Nitzsche. “No he podido encontrar un instrumento y menos alguien que lo toque. Debido a esto, he estado muy limitado al tratar de escribir cualquier música que no sea más que simple y de lento movimiento… esto abre un nuevo mundo de posibilidades. Desde Cuckoo's Nest también he usado cristales en The Exorcist and Cruising, pero nuevamente de una manera muy limitada… con una pista de claqueta… y soy el único en tocarlos.”
“Siempre he amado la música de cristales y casi me había rendido en usarlos en cualquier proyecto futuro… y llega tu cinta. En mi más próxima oportunidad de usar música de cristales, te llamaré y espero en algún momento hacer una banda sonora usando los cristales como instrumento principal más que para color o simplemente porque suenan únicos.”
Nitzsche fue fiel a su palabra. El primer proyecto de cine resultó ser Cutter’s Way, protagonizado por Jeff Bridges. Nitzsche le pidió a Eric Harry que ejercitara sus músculos de cristal y que añadiera fuerza a la banda sonora. (El compositor también usó una cítara, una sierra, y añadió a Eric Harry en guitarra de flamenco también.) Aunque los créditos de la película y algunas charlas en internet mencionan a Eric tocando la “armónica de cristal”, el de hecho aún tocaba sus ingeniosas doce mesas giratorias de vasos llenados con agua. Después de las sesiones quería profundizar aún más en el sonido.
De vuelta en casa en Toronto, Eric estaba cambiando canales de televisión una tarde cuando vio un segmento de Ripley’s Believe It or Not presentando la vieja armónica de Ben Franklin y un hombre en Massachusetts llamado Finkenbeiner quien estaba construyéndolas nuevamente. Eric lo llamó al día siguiente y se presentó.
“Oh, yo te conozco,” dijo Finkenbeiner “Eres el tipo que toca en esas grandiosas películas.”
Eric compró su primera armónica pequeña de Finkenbeiner y rápidamente se enseñó a sí mismo las tonalidades. Pronto fue contratado por el compositor Ry Cooder para ayudar en la banda sonora de la película de Jack Nicholson The Border en Los Ángeles, trabajando con Sam Samudio (Sam the Sham) en el órgano, John Hiatt en la guitarra, Flaco Jiménez en el acordeón, y Jim Keltner en la batería.
La escala estaba a punto de expandirse. Mientras creaba su propia exitosa compañía musical comercial en Canadá, Eric fue comisionado para escribir una banda sonora de ballet para el Teatro de Danza de Toronto enfatizando instrumentos de cristal. Se mantuvo en contacto con Finkenbeiner, lo invitó a visitarlo y aprendió más acerca de las complejidades del invento de Ben Franklin.
¿El siguiente paso? Eric Harry decidió construir la armónica más grande del mundo por su cuenta, que consiste en sesenta y seis tazones, incrementando su rango de C2 hasta F7. Trabajé con el soplador de vidrio de Toronto Len Chodirker por más de cinco años,” dijo Eric. “Ahora estoy perfeccionando el mecanismo final. Necesitas un motor DC silencioso con velocidades variables y un pedal que lo controle. La velocidad de rotación es crítica. Bastante lento en los tazones bajos, y más rápido mientras más arriba vayas en el instrumento. Para afinar los tazones, puedes machacar las orillas para aumentar el tono, o machacar el eje para bajar el tono. Es difícil – montones de tazones hechos añicos para hacerlo bien. De cualquier forma, el cuarzo produce el sonido más puro. En mi opinión, sin embargo, le falta los armónicos de la sílice. El cristal de sílice era el material que Benjamin Franklin utilizó. En resumen, esta nueva armónica tiene siete pies de largo y trae un tono completamente nuevo y un rango de octava.”
Entre todo esto, Eric Harry estuvo ocupado en otras actividades también. Compuso, interpretó y grabó 8 CDs de sus propias piezas de piano, inspirado en Lizst, Debussy, y Chopin (especialmente los arreglos de Leopold Godowsky de los études de Chopin). Para hacer disponibles sus composiciones para una audiencia más amplia, Eric lanzó su primera transmisión de iTunes, la cual convirtió gradualmente en Calm radio conforme añadió otros artistas y canales a su oferta. Ahora rivalizando con Pandora y Spotify, Calm Radio despegó internacionalmente, con casi 400 canales de instrumental, folk, jazz, música clásica, ambiente, y naturaleza orientados a mejorar el lugar de trabajo, la concentración, meditación, sueño y la atención en general del radioescucha.
“Muy pronto Calm Radio evolucionará a ser un lugar para ayudar a la gente a desestresarse y encontrar una atmósfera más saludable y positiva a través de la música,” explicó.
Así que qué tienen en común la invención musical de Ben Franklin en 1761, su eventual caída y lento renacimiento, el dominio de Eric Harry de los instrumentos de cristal en Berklee, la re manufacturación de Finkenbeiner de la armónica en los 1980s, la decisión de Eric Harry de construir la armónica más grande del mundo y el crecimiento de Calm Radio? Algo que cierra el círculo.
Al preguntarle si planea regresar al lucrativo mundo de la composición de bandas sonoras con su armónica de vanguardia, Eric respondió:
“No pero definitivamente quiero componer más con el instrumento. No comercialmente. Experimentalmente. En una nueva forma clásica, apacible – muy parecido a como estoy tocando viola da gamba ahora, por una verdadera pasión por el sonido. Es lo mismo cuando escribo todos los solos de piano. Componer lo siguiente para la armónica de cristal y transmitirlo en Calm Radio sería ideal para el radio escucha – es música transcendente, relajante. Para empezar, es exactamente el por qué Ben Franklin inventó el instrumento y lo amaba tanto. Probablemente incluso ponga una versión de armónica en nuestros canales de sueño también. Porque quiero que la gente se despierte en la mañana escuchándolo y justo como la esposa de Franklin, Deborah, piensen que están en el cielo. Hablando proverbialmente, por supuesto.”
Eric Harry parece dedicado y satisfecho al mismo tiempo. “Alguien se preguntaba recientemente si yo había experimentado algún efecto secundario de la armónica de cristal, y dije sí, ha sido completamente tranquilizante, y pura, como una onda sinusoidal, realmente muy terapéutica. Y así es como quiero que sean mi música y mi vida.”
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© 2018 Steve Meixell
La Armónica de Cristal un Increíble Instrumento Musical https://www.youtube.com/watch?v=BdtLK9pAh5k